domingo, 4 de noviembre de 2012

ACTO MÉDICO Y ACTO DEL MÉDICO.

La salud de los siervos, de los hombres libres del pueblo, o de las empobrecidas muchedumbres de los burgos estuvo invariablemente a cargo de médicos artesanos, empíricos (barberos, sangradores, hueseros, comadronas, etc.) y religiosos. La historia anterior a la edad moderna muestra innumerables ejemplos de la situación precaria en la cual tenían que ejercer la mayoría de los médicos, quienes muchas veces se veían obligados a recurrir a subterfugios para atraerse la clientela que le disputaban los empíricos y curanderos. Esto es lo que dice Gamaniel Guevar Chacabana.
 
También dice el autor que:
 
"Sólo recientemente el médico ha obtenido una autoridad profesional difundida y reconocida. Hasta el siglo XIX tenía muy poco prestigio, conocimientos sólidos o técnica para sostener la autoridad que buscaba … El médico en general no tenía control ni de jure ni de facto sobre la práctica de la curación … Sin embargo, ya a finales del siglo XIX estaba bien establecido el monopolio de los médicos sobre las curaciones, y, poco después, éstos se hallaban en la posición, virtualmente sin precedentes, de ser un símbolo de curación para personas de todas las clases sociales”.
 
Médicos artesanos es como se nos llamaba. Y médicos religiosos a los actuales.
 
Nunca el acto médico ha sido patrimonio de lo que hoy conocemos como tal, porque todo el acto era emprendido y realizado por los "médicos artesanos", hoy con el nombre de Enfermeros. El problema actual, a partir de ese siglo XIX y XX, es que todo acto sobre la persona se ha sintetizado en "acto del médico" en lugar de "acto médico". Y es ese acto médico en el que está comprendido tanto el quehacer médico como enfermero. Ya vemos como todo acto médico estaba realizado y ejecutado por nuestros predecesores Barbareros, Sangradores, Cirujanos, Ministrantes y Practicantes; mientras que el médico se reservaba la "espiritualidad" o religiosidad, según el autor de este texto.
 
Ha llegado la hora de reivindicar lo nuestro.
 
Desde luego que resulta difícil reivindicar lo nuestro, porque lo sería todo. Y no podemos caer en el error egoista de otros. Pero sí es ahora de reclamar una posición en la prestación de la Atención y Asistencia Sanitaria, porque hemos sido y somos parte fundamental de lo que la gente conoce como "acto médico", al que le atribuyen todos los parabienes, cuando la realidad es bien distinta.
 
Cuidar a alguien en una unidad de crítico es algo compartido.
 
La sociedad sólo "ve" aquello que le enseñan los medios de comunicación, cuando detrás de esa noticia están unas Enfermeras durante 24 horas intentando salvar la vida de la persona atendida, que depende -o no- sólo de medicamentos, los cuales, también, deben tener control por nuestra parte. No es, por tanto, un acto "del médico", sino un "acto médico" del que participan las dos Profesiones Sanitarias: Médico y Enfermero. 
 
Actos médicos es una locución sin sentido, puesto que se atribuye a una sola Profesión cuando la misma se trata de actividades que comparten las dos Profesiones. Se trata de un equipo Multi-disciplinar, no interdisciplinar, como dicen algunos pro-hombres de nuestro estado. 
 
Ha sido el médico quiene ha venido invadiendo nuestras competencias; no al revés.
 
Hacemos esta pequeñísima síntesis histórica para demostrar que la Profesión Enfermero no ha invadido, invade ni invadirá actuaciones médicas, porque la historia nos cuenta que todo ha sucedido al revés: ha sido el médico quien ha invadido e invade nuestras competencias.