sábado, 13 de junio de 2009

Especialidades

¿Qué explicación tiene crear oficialmente una Especialidad para los Enfermeros, como, por ejemplo, Salud Mental o Enfermería del Trabajo, y luego, no convocar plazas con ese carácter especializado?. ¿A quién debemos semejante barbaridad?. La respuesta está servida: mientras haya quien/es se dediquen a impartir "cursillitos" nunca tendremos Especialidad reconocida en los Servicios de Salud. Ya hemos leído lo que dice la "asociación" de Médicos de Urgencias y Emergencias: Especialidad para los Médicos y "cursillitos" para los Enfermeros.
Evidentemente, a los Colegios Profesionales de Enfermero -que no al Consejo General de la Profesión-, les corresponde la obligación de mantener en permanente actualización los conocimientos de los colegiados, simplemente porque esa es una exigencia del ciudadano, que se lo merece por el simple hecho de serlo. No tiene explicación que luego, las distintas entidades que contratan a este personal Enfermero, no se reconozca esa formación como desarrollo profesional. En nuestro caso, lo que sucede es que hay muchos intereses creados para que esto no sea así: todos quieren hacer cursos para los Enfermeros, cuando no "preparar" para oposiciones. Y ¿quien determina los contenidos de esas oposiciones?: cualquiera. Se reunen un grupo de "sabios" y organizan las preguntas; y hasta tal punto ello es importante que, en función de las respuestas previstas como ciertas, consigues, o no, plaza en algún Servicio de Salud.
Y lo peor de todo es que esas "empresas" que imparten cursos, de una u otra manera, se están convirtiendo en "ordenadores del ejercicio de la Profesión", función que está atribuida en exclusiva a los Colegios Profesionales.
Hemos tenido la experiencia de comentar con profesionales Enfermeros los contenidos de algunas de esas materias que les imparten en alguna de esas Empresas, llegando a discutir que esa información que estaban recibiendo era la "correcta". La "autoridad" de los Colegios Profesionales en estos casos debería ser total, puesto que luego, en todos los casos, esas empresas no van a responder en aquellos supuestos donde se denuncie la praxis irregular de un Enfermero.
El problema está en que en este País nuestro nos hemos acostumbrado "a tirar la piedra y a esconder la mano"; es decir: no prever las consecuencias de nada. Da igual, todo vale. Funciona el "sistema económico".