sábado, 3 de mayo de 2008

CUOTAS COLEGIALES

Tres euros, por hablar de una cantidad, por 225.000 colegiado arrojan el resultado de 675.000€, que multiplicado por 12 meses viene a ser algo así como 8.100.000 €. En teoría, más o menos, estos son los presupuestos del Consejo General de una Profesión que cada día está peor tratada, pero no sólo por el Gobierno sino, y lo que es peor, por la propia Organización colegial. Esta institución, el Consejo General, dedica parte de ese presupuesto a perseguir a cualquier Colegio que se le ocurra cuestionar el fín de esas cantidades. No se puede pedir explicación de clase alguna. Al parecer, no puede preguntarse por qué parte de ese dinero sirve para pagar a unas Empresas, por ejemplo, Enfermundi, S.A., que es el nombre comercial que figura a pié de página de esa cosa que aparece cuando enciendes el ordenador y tecleas el nombre Diario Enfermero. ¡"Diario"!, ni es diario ni es Enfermero. Este "diario" no se mueve ni semanalmente, cuanto menos diariamente, y cuando lo hace es para decirnos que "todo va viento en popa", como si los demás no estuviéramos en el mundo, para cualquier "patochada", pero, sobre toto PARA VENDERNOS HUMO, por no decir patrañas, como es más acertado.
PATRAÑAS, porque la realidad, sin interpretaciones, es que, sobre todo, a partir de la Ley del Medicamento tenemos que ser consciente que nos hemos convertido en "meros" auxiliares del último médico que aparece en el Sistema de Salud. ¡Bueno!, ni eso, ya que se impone, cada día, el auxilar técnico especialista, que, con el omnicomprensivo nombre de Técnico Superior en ... está invadiendo cualquier campo de actuación, sobre todo en los servicios centrales, que son los más atractivo, laboralmente. Eso que llamamos "cuidados", lo que no quiere nadie, es lo que nos dejan hacer; cualquier técnica está en manos de MIR y Auxiliares Técnicos, Es decir, el sistema médico de salud -porque, ya lo hemos explicado- no quiere a las Enfermeras; las utiliza, sobre todo para reñirnos. ¡Que placer debe dar tener a alguien a quien reñir!. ¿Qué sería del sistema médico de salud si no nos tuviera a nosotros?.
TODO lo malo de un servicio es culpa de una Enfermera. Y, al contrario, todos los éxitos de esos servicios es "gracias al médico"; sí, a ese profesional que pasa, de vez en cuando, por allí, recibe la información sobre la evolución de los pacientes ingresados y luego da la sensación de que ha estado valorando la evolución durante las 24 horas del día. ¡Resignación!, ¡qué le vamos a hacer!. Aunque nos queda la esperanza de que pronto llegará ese día, porque los que estamos ahora no somos onmipresente, y esta situación se reconduzca. El problema será que ya es demasiado tarde. ¡QUÉ ACIERTO HEMOS TENIDO CON ESTE PRESIDENTE!. Le ha venido al sistema médico de salud "como anillo al dedo". No podían haber encontrado otro mejor. ¡Es el ideal para la destrucción de nuestra "profesión". ¡QUÉ SUERTE, SEÑORES MINISTROS Y MÉDICOS DEL SISTEMA!.
Aquél "ayudante" que era el único "auxilar" del médico ha perdido, incluso, ese status; ahora somos "mi Enfermera", como dicen alguno, incluso los más progre. Pero de esto, el responsable de los 8.100.000 euros anuales no sabe nada. Y no sabe porque no es Enfermero: es podólogo -fue podólogo, porque últimamente es más empresario que otra cosa-.
Quienes se hayan molestado seguir las noticias que se han publicado por la Organización Médica Colegial, insultando a la Profesión, se darán cuenta que no tenemos "representante" a nivel Nacional; antes al contrario, la OMC ha tenido la suerte de encontrarse con un "amigo", ¡qué digo amigo!, se ha encontrado con un "colega", ya que, incluiso, ha llegado a ser socio en alguna Empresa montada entre los dos. 8.100.00 euros dan para, incluso, acceder a voluntades, que siempre están dispuestas. Y lo peor de todo lo que ha podido sucedernos es la invención de aquella Escuela de Ciencias de la Salud, que se lleva más de cincuenta por ciento de las cuotas colegiales y una no menos despreciable cantidad de dinero que cobra directamente de todo aquel que tiene la osadía de hacer un curso con la misma, utilizando, por cierto, estructuras colegiales. Y aquí viene la "colaboración" entre el Colegio y el Consejo, ¡qué digo!, entre los Presidentes de las dos instituciones.
CUOTAS COLEGIALES, principio y fin. Principio, porque el recaudador es la estructura provincial, excepción hecha, últimamente, del Colegio de Madrid. Es en los Colegios Provinciales donde sufrimos la necesidad de elaborar todo tipo de programas para que no falte su recaudación, cuyo fin es, en el 60% de las cantidades, el Consejo General. ¿PARA QUÉ?. Sí, para destruir a nuestra Profesión. Es un claro ejemplo de AUTODESTRUCCION utilizando a la propia estructura.