martes, 29 de abril de 2008

EL PRESIDENTE DEL CONSEJO GENERAL NO ES ENFERMERO

Y este es el problema que tiene la Profesión: el actual (y a este paso futuro) inquilino de la Presidencia del Consejo General de la Profesión no es Enfermero, no ha actuado, actúa ni actuará como Enfermero; no sabe qué es ser Enfermero, ejercer como tal. Y como no lo sabe habla de oídos; dice cosas que le cuentan otros, que, quizá, tampoco se han puesto nunca "el pijana", no la bata -como la medicina-.
El actual Presidente del Consejo no sabe lo que es tener que soportar que un recién terminado en los estudios de medicina te diga que tienes que administrar una cápsula de, por ejemplo, metamizol -Nolotil-, indicación que si no te encontraras en el ejercicio de la Profesión, sino como simple ciudadano, si lo podrías hacer perfectamente. Esta es la paradoja de la vida. Como tampoco se ha visto en la necesidad de tener que soportar que te digan lo que tienes que hacer como prescripción médica, por ejemplo: "reposo absoluto", cuando el paciente está conectado a un respirador y sedado hasta la inmovilización, respirador del que depende para sobrevivir; ¡y te tienes que aguantar estas tonterías!.
Como tienes que soportar que un recién arribado a la institución te tenga que prescribir: "constantes por turnos, sondaje uretral y vesical, diuresis horaria y control de drenaje, cama elevada, dieta diabética, laxantes si necesario, analgesia si dolor, control de glucemia horario con insulina normal según resultados, aspiración de secreciones; vía periférica; Electro sin dolor, nitroglicerina sublingual, y un sin fin de etcéteras, como si fuéramos "tontitos". De todo esto, el señorito, ¡bueno, pues señor!, del Consejo General, el Podólogo y profesor en su día de esa disciplina, es la persona que ocupa el cargo de Presidente de una Profesión que tiene que soportar todo esto y más. Pero él no sabe cómo se deglute todo esto. No sabe cómo nos la tenemos que tragar, como tampoco sabe que tienes horarios de trabajo irregulares; tampoco sabe lo que es que te vomiten encima, que te golpean los "desorientados", que te increpen los familiares, que te "riña" el primer "médico" que se le ocurre dar una vuelta por allí, que veas como los familiares piden perdón al médico porque se van a dirigir a él, mientras que a tí te increpan y amanezan, ¡que va a saber de esto! ¡Cómo va a valorar el trabajo de un Enfermero si no sabe!.
¡TREINTA MIL EURO AL MES!. ¿Para los pobres?.
No quisiéramos recordar a José María Hinoja, el Tempranillo, precisamente de la Provincia de Córdoba, aquel que dicen que robaba a los ricos para dárselo a los pobres; y no lo podemos "asimilar" porque estaremos de acuerdo en que los Enfermeros no somos ricos, ni el Consejo General es pobre. Y no lo quisiéramos recordar porque ese buen hombre, El Tempranillo", terminó sus días formando el llamado "Escuadrón Franco de Protección y Seguridad Pública de Andalucía", siendo precisamente El Tempranillo su comandante, el cual, debidamente "uniformado" patrullaba por los mismos caminos que antes asaltaba. ¡No; no es el caso!, aquí no patrulla nadie, simplemente se "enviste de autoridad" y te exige que le pagues más de treinta mil euros al mes, y que los quieres "limpios de polvo y paja".
De lo que sí sabe el actual inquilino del Consejo es "exigirte" que le tienen que pagar, por ejemplo, el Colegio de Badajoz, mensualmente más de Treinta mil euros. ¿Por qué tenemos que ingresarle al señorito, perdón, al señor Presidente, más de Treinta mil euros mensuales?. ¿Con base a qué y por qué?. La respuesta no puede ser "porque es lo acordado en las Asambleas Generales"; ésto no nos vale, porque hemos llegado a un punto en la que todas las Asambleas han sido anuladas por los Tribunales de Justicia. Y, además, éticamente tampoco es soportable esa requisición porque lo hayan acordado esos Presidentes de Colegios Provinciales, ya que los mismos, de una u otra menera, están siendo retribuidos por alguna de las Empresas de don Máximo A. González Jurado, bien como Consejero o por cualquier otro motivo, a saber: como "coordinador" de cursos de formación. Y si no que se lo digan a ese Presidente de un Colegio "pequeñito" deudor con el Consejo de más de cien millones de pesetas y, de la noche a la mañana, se ha hecho con un coche de diez millones de pesetas. ¡Qué casualidad que en ese Colegio se imparten, ahora, cursos por una de las Empresas del Presidente del Consejo General!, ¡casualidad, casualidad!. Y no aseguramos que tenga relación coche-cursos.
Si hacemos cuenta, Treinta mil Euros mensuales que nos reclama el inquilino del Conesjo, que, al cabo del año suman Trecientos sesenta mil euros. ¿Para qué?, ¿por qué?. La única információn y el único que servicio que recibe este Colegio de Badajoz del Consejo General se limita única y exclusivamente a un escrito trimestral recordando las deudas del Colegio para con él, queremos decir, para con el Consejo. Insistimos: ¿por qué motivos, causa o razón tenemos que ingresarle a ese señor Trecientos Sesenta Mil Euros al año?. ¿Tanto cuestan cuatro folios?.
Un Colegio Provincial es quién material, realmente, es que le tiene que adquirir la sede, contratar a personal y mantener a la Institución. Allí se colegian los titulados, se perciben las cuotas, hasta se tienen que reclamar algunas por vía judicial, se ordena la Profesión, se prestan servicios, etc. etc. etc. Aquí, en Prvovincia, es donde los Enfermeros tienen que soportar a los usuarios, pacientes, turnos y jornadas, médicos, supervisores y gerentes. Aquí es donde se deben invertir las cuotas colegiales. Los gastos del Consejo, aquellos que se precisan para "cumplir" con sus obligaciones, no pueden llegar a esos montantes. Y no pueden ser tales porque el actual Consejo General está estructurado de tal manera y si gestión es tan nefasta que la Profesión va para atrás, como los cangrejos.