miércoles, 26 de marzo de 2008

PRESIDENTES DE COLEGIOS PROVINCIALES

En principio, aclaramos: REIVINDICAR: significa reclamar; recuperar lo que nos pertenece. Proviene del latín "reivindicare", compuesta del prefijo re -repetición-, el prefijo "in" -privado de- y la palabra "vindicare" (vindicar). VINDICARE, está relacionada con "VINDICTA", venganza. Podría estar formada de "VIM" -de vis, que es igual a fuerza- y DICERE -decir-, o sea: DECIR CON FUERZA. Hecha esta aclaración, nos proponemos dedicar este escrito a las Presidencias de los Colegios Provinciales de lo que ellos creen que se trata de una Profesión, dado el estado actual de la situación.
Uno de los artículos de este blog se lo hemos dedicado, como "carta abierta" al Presidente del Consejo General", pero es llegado el momento de bucar a los responsables de que las cosas vayan como van para nuestra Profesión. Y estos destinatarios no pueden ser otras personas que quienes ocupan los cargos de Presidencia de los Colegios Provinciales de Enfermeros del Estado. Estas Presidencia, junto al cargo que les suele acompañar a las Asambleas y votaciones del Consejo General, son los últimos responsables de lo que nos pasa como Profesión, ya que si no mantuvieran en el cargo al actual Presidente, las cosas no irían de otra manera. Por ejemplo: REIVINDICANDO un nivel de Grado acorde con la mínima formación prevista en las Directivas Europeas, no conformándonos con un Grado de tercer nivel, que es el que se nos promete; REIVINDICANDO nuestra prescripción de productos sanitarios y medicación, consustancial al ejercicio de la Profesión sanitaria; REIVINDICANDO nuestras Especialidades; en definitva: reclamando lo que nos pertenece por derecho propio. ¡Y fíjense que no estamos diciendo "conseguir"!, simplemente nos estamos limitando a EXIGIR, REIVINDICAR.
Sí; las cosas nos irían de otra manera, ya que, al menos, al enemigo de la Profesión lo tendríamos fuera de nuestra estructura; pero como ustedes lo mantienen y, además, les ríen las gracias, ¡así nos va!. Porque sabrán que con la nueva Ley de Garantías y Uso Racional del Medicamente y Productos Sanitarios, aquello que era una Profesión Sanitaria, la de Enfermero responsable de Cuidados", como nos definío la Ley de Ordenación de las Profesiones, ha quedado en "aguas de borrajas". Sí, la Profesión, desde ese preciso instante, ha quedado configurada como "un mero auxiliar" de la profesión médica.
¿Me quieren contar aquellos ilusos que escriben sobre las tan manidas úlceras de decúbito, o de presión -o como las quieran denominar-, cómo van a cuidadar esas lesiones?. ¿Saben esos ilusos que legalmente no pueden utilizar ningún medicamento ni producto sanitario?; porque sí sabrán que una gasa, un antiséptico o cualquier otro "remedio" que pretendan utilizar lo tienen prohibido por Ley. Aparte de la consideración que nos merece el origen de esas úlceras, que no es otro que la falta de higiene, en el amplio sentido de la expresión, el hecho es que cualquier actividad que comporte la utilización de cualquier medicamento o producto sanitario debe ser previamente prescrito por otro.
Vamos a ponerles a estas Presidencias de Colegios Provinciales un ejemplo vivo, real, de lo que sucede en el mundo, comparativo de lo que ha quedado de nuestra Profesión una vez aprobado y publicada la Ley del Medicamento. No obstante, para entender este ejemplo hará falta que estemos en posesión del Carnet de conducir y utilicemos el vehículo -porque hay gente que está en posesión de la licencia, pero no la usa-.
EJEMPLO: para acceder al permiso de conducir hace falta cumplir una serie de requisitos, a saber: cumples una edad; te matriculas en una Autoescuela; apruebas el teórico; y llega el momento de las "prácticas" rodadas; ¡ya sabeís!: se monta el instructor en el asiento del copiloto y te va indicando las maniobras, no obstante, se reserva el dominio del coche, ¿me explico bien?. ¡Bueno!, ya hemos superado, también, esa fase práctica; llega el día señalado y me examino, ¡por fin, apruebo el examen!, ¡ya soy conductor!. El simil sería: ¡ya soy profesional Enfermero!.
CONTINUAMOS CON EL EJEMPLO, ahora puedo conducir, y lo haces; obviamente, conduces de la forma y manera más conveniente, respetando la normativa vigente sobre tráfico y alguna otra norma de cortesía, ¡que nunca está de más!. Después de esto, tienes lo oportunidad de invitar a alguien a que se monte en tu coche, incluso haces un viaje, ¡y aquí viene la sorpresa!, el "copiloto" no para de indicarte permanentemente cómo y de qué manera tienes que conducirte. Al final ¡exclamas! dos cosas: una, que el coche es tuyo; y dos, que está en posesión del carnet de conducir que te habilita para dirigir tu coche. Pués bien, la Profesión de Enfermero, esa persona que está en posesión de su "licencia" para conducirse según las reglas profesionales, no puede hacerlo, porque lleva como copiloto, no ya a ese amigo al que se le ocurrió invitar al viaje, ¡es que no salimos del "monitor" de la Autoescuela!. Y la pregunta surge al instante: ¿si estoy en posesión del permiso de conducir, el dueño de mis actos soy yo, exclusivamente; lueg, ¿por qué tengo que hacerlo como me dice, nuevamente, el monitor de la Autoescuela o mi acompañante?. ¿LES SUENA?.
USTEDES, los que les ríen las gracias al Presidente del Consejo General, los asistentes a las Asambleas de la Organización Colegial, son los que están permitiendo que ese señor, el Presidente del Consejo General, se comporte como el acompañante de su coche, y la medicina lo hace como el monitor de la Autoescuela. Olvidan uno y otro que ya somos mayorcitos para conducirnos según nuestro leal saber y entender.
USTEDES, quienes acuden a las Asambleas Generales; ustedes, los que abonan las cantidades estipuladas; ustedes, los que dicen sí a todos; ustedes son los responsable que esta PROFESIÓN ENFERMERO vaya para atrás, como los cangrejos. USTEDES permiten que esta Profesión esté situada, justamente, hasta del año 1.948, año en el que se consiguió que una orden ministerial nos considerara como los "exclusivos AUXILIARES DEL MÉDICO". Ustedes, Presidencias de los Colegios Provinciales de Enfermeros, son los culpables de que esta Profesión haya, ¡fíjense lo que les digo!, DESAPARECIDO. Por favor: ¡piénselo!.