lunes, 11 de febrero de 2008

LOS QUE ESTAMOS EN ACTIVO SUFRIENDO LAS CONSECUENCIAS.

Mientras que nuestros representantes, la mayoría liberados por uno u otro motivo, están de reunión en reunión; nosotros, los que tenemos que cumplir un horario diariamente para podernos ganar el sueldo, sufrimos las consecuencias; y sufrimos las consecuencias porque la medicina está "pie de gerra", pero en pie "guerra fria", haciéndonos la vida casi imposible, y lo que es peor: dividiendo a los compañeros. Y nos dividen porque los "vividores" saben perfectamente que en las instituciones mandan los médico, ¡como siempre!, de ahí que les perdonemos sus traiciones.
Y mandan los médicos porque uno no es director de enfermería si la medicina no quiere; y no se es Jefe de Unidad (supervisor), si no quieren los médicos de esa sección o servicio. Y esto lo sabemos todos: no hay nadie por méritos propios en esos puestos de trabajo, porque los méritos en esta Profesión no existen. No, no existen porque el Sistema Nacional de Salud es un sistema médico, gobernado y administrado por médicos. Nosotros, los Enfermer@s, somos los que mantenemos el sistema. ¿Se han parado a pensar cómo hacemos de guardianes las veinticuatro horas del día?.
El problema, como decimos, es que existen "comisarios políticos", o mejor expresado: comisarios médicos, incluso sin saberlo. El problema está en cómo interpretamos cada uno lo que nos corresponde o no. El problema es la disparidad de conocimientos de unos respecto de los demás; el problema, en fín, está en que en las unidades asistenciales confluimos profesionales de distinto origen y formación. Esto es un problema, pero no solo entre profesionales, es algo que afecta a la calidad de la asistencia, de la que tanto se habla pero que a nadie preocupa. ¡Cómo le va a preocupar esto a nadie si quien se beneficia es el médico de turno que no sabe donde tiene la ...!. No conozco a un sólo médico que le interese que una Enfermer@ domine la especialidad. ¡Y a esto le llaman calidad, excelencia y no sabemos cuantas zarandajas más!. Calidad es saber qué se está haciendo y para qué se hace; calidad es dominar la situación, especializarse; calidad es valorar los resultados; calidad es opinar sobre lo que interesa al paciente en cada momento. Calidad es adelantarse a los acontecimientos. Calidad es, en definitiva, procurar que la salud se recupere, si ello es posible, debido a los cuidados que se presten. Calidad no es, ¡desde luego!, cumplir con unos cuidados que nos lo marca el médico de turno.